lunes, 29 de octubre de 2007

REPRODUCCION 2

EVALUACIÓN REPRODUCTIVA Y PRINCIPALES PARÁMETROS REPRODUCTIVOS EN GANADERÍAS DE LECHE.


La vaca productora de leche, bien sea de raza especializada o de doble propósito, se constituye en uno de los organismos más eficientes para producir nutrientes para el hombre. En este tipo de animales existe una marcada presión de selección en el sentido de aumentar el potencial de producción; esto ha contribuido a desarrollar un animal altamente susceptible a influencias ambientales, nutricionales, infecciosas, etc. que pueden alterar su actividad reproductiva.

En esta parte del módulo se presenta la manera de evaluar el comportamiento reproductivo de los animales, con el fin de poder detectar y corregir tempranamente dichos factores.
Cuando el técnico especialista en reproducción, es solicitado para atender un problema reproductivo, se encuentra con un conjunto de síntomas que entre otros pueden ser los siguientes: presentación de abortos, repetición de calores, partos distócicos, metritis, retenciones de placenta, mortalidad en terneros recién nacidos, animales nacidos débiles, entre otros. Al realizar un estudio del hato, el profesional puede detectar deficiencias nutricionales, de manejo o problemas infecciosos de diversa índole.

El período crítico de la vida reproductiva de una vaca comienza en el momento del parto y se extiende aproximadamente hasta 85 a 100 días después. Durante este período, la vaca no solo debe tener la cría, sino que debe empezar la producción de leche, entrar en celo y quedar nuevamente preñada. Solamente aquellos animales que están preparados nutricionalmente y que están exentos de enfermedades alcanzan estas metas.
Inmediatamente se presenta un parto, el útero queda distendido con un tamaño que fluctúa alrededor de un metro de largo y con un peso de 9 kilogramos, y en los próximos 45 a 60 días deben ocurrir los siguientes hechos con el fin de asegurar la continuidad de la vida reproductiva de los animales:

· El tracto genital debe eliminar tejidos, fluidos y contaminación bacteriana.
· El útero y la actividad ovárica deben restaurarse nuevamente.

Este período de recuperación desde el momento del parto hasta la siguiente concepción abarca un total de 85 a 100 días, los cuales se llaman ordinariamente días abiertos y sobre los cuales descansa prácticamente la evaluación reproductiva de las vacas productoras de leche.

Para implementar la evaluación de la eficiencia reproductiva son imprescindibles unos adecuados registros. La información inicial se puede tomar en libreta de bolsillo, en la cual se anotará todo lo relacionado con la reproducción, lactancia, enfermedades y tratamientos realizados a los animales, luego se pasa a tarjetas individuales o a programas computarizados. Estas tarjetas o programas pueden variar de formato, sin embargo deben considerar aspectos referentes a:

· Fecha del último parto.
· Fecha del penúltimo parto.
· Fecha del primer celo post-parto.
· Diagnóstico de preñez.
· Calores no servidos.
· Identificación de la cría, raza y sexo.
· Toro o semen utilizado.

Alrededor de esta información se pueden obtener los datos indispensables para calcular los índices y parámetros reproductivos más importantes, el comportamiento retrospectivo y actual, calcular la producción de leche o de terneros, etc., es decir, realizar la evaluación reproductiva de los animales.



PARÁMETROS REPRODUCTIVOS

Al valorar la eficiencia reproductiva de las vacas es necesario utilizar ciertos indicadores que nos permitan medir el mal o el buen comportamiento reproductivo de nuestra ganadería. Casi todos los indicadores se basan en constantes fisiológicas como son: la duración de la preñez, el período de involución uterina, el inicio de la actividad sexual, el intervalo entre celos, entre otras. Todas estas constantes fisiológicas están sometidas a variaciones producidas por causas infecciosas, nutricionales y de manejo atribuibles al hombre o al medio ambiente.

Los resultados que arrojen las fórmulas para medir los parámetros reproductivos son simplemente cifras que por sí solas carecen de un significado especial, siendo necesario compararlas con niveles óptimos para la zona o región donde se encuentre la finca. Por ejemplo el porcentaje de natalidad ideal sería del 100 %, sin embargo es casi imposible alcanzar esta cifra, debido a múltiples causas de tipo nutricional, infeccioso, medio ambiental, etc. ; si en la zona el nivel promedio alcanzado de natalidad es del 80 %, esa sería la medida frente a la cual Ud. debería buscar igualarla o superarla.

Existen demasiados índices para evaluar la eficiencia reproductiva, los cuales se basan en la involución uterina, en la eficiencia de la monta natural, en la inseminación artificial, en el desarrollo gestacional, en las características de la producción lechera, en la detección de los calores; sin embargo todos los sistemas de evaluación están íntimamente correlacionados y no se deben juzgar por separado.
A continuación se presentan algunos de los principales parámetros que deben ser objeto de análisis:

Intervalo entre partos (IEP) y Días abiertos (DA):

El IET y los DA o intervalo parto - concepción para cada animal y el promedio para el hato representan los índices más importantes y fáciles de determinar para realizar una evaluación reproductiva. Es necesario conocer las fechas de los partos, en esta forma se determina el intervalo entre ellos y al número de días que se encuentre se le restan 282 días correspondientes al período de gestación y la diferencia resultante constituye el número de días abiertos.

Teniendo los datos para cada animal se puede obtener el promedio para todas las vacas del hato.

En ganaderías de leche especializadas, los días abiertos pueden estar entre 60 y 100 y en ganaderías de doble propósito, dependiendo del manejo que se de al amamantamiento, pueden ser del orden de 120 a 150 días abiertos.

La determinación del intervalo entre partos permite realizar análisis retrospectivos del comportamiento del hato, pero no incluye novillas lactantes, vacas infértiles y las vacas eliminadas por infertilidad. Por el contrario los D. A. permiten evaluar un desempeño reproductivo más reciente, considera las novillas lactando y las vacas descartadas, pero requieren mejores registros que permitan evaluar la actividad reproductiva de los animales en períodos más cortos como los que se describen a continuación:

Intervalo Parto - Primer Estro (IPPE):

Comprende el número de días transcurridos entre el parto y el primer estro, el cual debería ser máximo de 45 días. Intervalos mayores nos van a indicar una deficiente detección de calores o la presentación de problemas uterinos post - parto.

Intervalo Parto - Primer Servicio (IPPS):

Este período comprende el tiempo transcurrido entre el parto y el primer servicio, el cual debe ser aproximadamente de 45 a 75 días. Los promedios por encima de los 75 días indican una deficiencia en la detección de los calores o un período de involución uterina retardado. Las demoras en este intervalo aumentan los días abiertos y por lo tanto las pérdidas económicas para el ganadero.

Intervalo Primer Servicio - Concepción (IPSC):

Corresponde al período comprendido entre el primer servicio post - parto y la concepción o fecundación. Este intervalo debe ser teóricamente de 0, sin embargo, pueden presentarse variaciones debido principalmente a fallas en la inseminación.



Servicio por Concepción (SPC):

Este parámetro es necesario obtenerlo con el fin de calcular posteriormente el porcentaje de concepción.


Número total de Servicios
SPC = -------------------------------------
Total de Vacas que Conciben


Este índice es muy importante para medir la eficiencia de concepción en las vacas y evaluar la calidad del inseminador, del semen y la influencia de otros factores como la detección de calores, nutrición, etc. Los servicios por concepción que sería similar a servicios por preñez si la evaluación se realiza a los 45 días post-parto, idealmente sería de 1 pero es aceptable 1.5 y 2 servicios por concepción o preñez.

Índice de Concepción (IC):

Este nos permite calcular la proporción de animales que conciben en un período determinado con relación al total de vacas inseminadas en el mismo período y permite evaluar el comportamiento reproductivo de los toros, evaluar la calidad del semen, la eficiencia del inseminador. Se requiere conocer previamente el número de servicios por concepción. Este índice se calcula teniendo en cuenta el diagnóstico reproductivo, la fórmula a aplicar sería la siguiente:



100
I C = --------------------------------------
Servicios por Concepción


Si cada vaca queda preñada con un servicio, la cifra obtenida sería del 100 %, si el número de servicios por vaca aumenta, disminuye este índice.
El porcentaje de concepción (PC) puede ser determinado también mediante la siguiente fórmula:

Vacas que Conciben
PC = ------------------------------------ x 100
Número Total de Servicios


Porcentaje de Natalidad (PN):

Este índice nos indica la cantidad de nacimientos que se producen en un hato, en un período de un año y en base a las vacas y novillas de vientre servidas o expuestas a toro. Será expresado en porcentaje, o sea cuantos nacimientos por cada 100 vacas o novillas expuestas a toro ocurren durante un período de un año.

Una de las fórmulas propuestas es la que tiene en cuenta los días de gestación con relación a un intervalo normal entre partos y presenta la ventaja de permitir obtener el promedio para el hato:

365
PN = ------------------------------- x 100
280 + días abiertos

Otra fórmula que podría utilizarse para obtener el porcentaje de natalidad, si no se dispone de información sobre los días abiertos, sería:


Número de terneros nacidos en un período
PN = -------------------------------------------------------- x 100
Número de vacas y novillas expuestas a toro
durante el mismo período






Porcentaje de preñez (PP):

El PP se refiere a la proporción de animales gestantes en un momento o período determinado y puede ser calculado de la siguiente manera:


Número total de vacas preñadas
PP = ------------------------------------------ x 100
Número total de vacas servidas


El ideal para este índice es del 100 %, sin embargo es aceptable un 75 a 80 % de preñez. Índices inferiores pueden ser indicadores de problemas de orden sanitario, nutricional o de manejo.
Cuando existen registros detallados de los animales, el porcentaje de preñez puede ser calculado según el número de servicios, así como el porcentaje total para el hato:


Número total de vacas preñadas
PTP =------------------------------------------- x 100
Número total de servicios


Porcentaje de eliminación de vacas (PEV):


Total vacas eliminadas por año
PEV =------------------------------------------ x 100
Total de vacas en el hato



Índice de fertilidad (IF):

Para establecer este índice solo es necesario conocer las fechas de los partos de cada una de las vacas que parieron en los últimos 100 días. Este factor deberá estar por encima de 80 a 85 %, principalmente en ganaderías de leche especializadas.

Vacas preñadas + vacas paridas
en menos de 100 días
IF = -------------------------------------------- x 100
Total de vacas del hato

El índice de fertilidad también puede calcularse así:


IF = 100 - porcentaje de vacas problema



Estado reproductivo del hato (ERH):

Este índice constituye una buena herramienta para detectar las tendencias reproductivas de la ganadería; no es afectado por el estado de gestación, descarte y número de vacas mantenidas en el hato. Un índice aceptable es de 60, mayores son excelentes.


Sumatoria de días abiertos > 100
ERH = ------------------------------------------- x 1.75
Número total de vacas



Período de lactancia (PL):

Los parámetros de lactancia también constituyen una medida para evaluar la eficiencia reproductiva en ganado de leche, ya que la producción de leche es una consecuencia del comportamiento reproductivo de los animales. Un período de lactancia óptimo económicamente y en condiciones ideales es de 300 a 305 días:

365
PL = --------------------------- x 365
280 + días abiertos


En condicione ideales puede emplearse el factor 305, sin embargo éste puede variarse de acuerdo a la zona, al tipo de ganado y a juicio del ganadero, teniendo en cuenta que a medida que aumentan los días abiertos disminuye el período óptimo de lactancia cualquiera que sea el factor que se emplee.


Período de días de lactancia (PDL):

Este índice representa el promedio de días de lactancia, desde el momento del parto hasta la fecha de secado para todas las vacas en lactancia. Las vacas en la segunda mitad de la lactancia son menos rentables progresivamente debido a una producción en descenso.
El período de lactancia, en razas bos taurus especializadas en producción de leche, debe aproximarse a los 300 días. Lactancias de 270 días o más hasta 305 días son ideales en este tipo de ganados. Para ganados de doble propósito y ganados bos índicus, el período de lactancia puede estar alrededor de los 150 días o más.


Porcentaje de días de lactancia (%DL):

El porcentaje de días de lactancia está relacionado estrechamente con el promedio de producción del hato. Este parámetro puede verse afectado por la precisión en las fechas de secado y de inicio de producción.


Total de días de vacas en lactancia
en un período
% DL = ---------------------------------------------- x 100
Total de días de las vacas en el
hato en el mismo período


Este índice debe calcularse para períodos determinados con el fin de poder tener idea de su evolución a través del tiempo.

DETERMINACIÓN DE PÉRDIDAS ECONÓMICAS:

Al determinar los parámetros reproductivos, especialmente de natalidad y de producción lechera, se puede calcular la producción no lograda en terneros y en leche cuando estos indicadores se alejan de los promedios considerados como óptimos.

A continuación veamos un ejemplo hipotético de una finca con las siguientes características: Número de novillas 15; número de vacas 100; número de abortos 3; promedio de días abiertos 170; promedio de intervalo entre partos 450 días; edad al primer parto 36 meses; porcentaje de natalidad 81%; precio de ternero recién nacido para matadero $ 20.000; promedio de producción diaria por vaca 10 kilos de leche; promedio del precio de la leche $ 450 Kgr.

Pérdida en crías por baja natalidad en vacas, asumiendo un porcentaje ideal de natalidad del 91 % y que todas las crías van al matadero:


Crías esperadas año 0 Crías logradas año 0

91 81

Crías no logradas x Valor de venta = Pérdidas económicas por baja natalidad


10 x $ 20.000 = $ 200.000


Pérdidas en crías por baja natalidad en novillas. (consideramos para este caso una edad ideal de 28 meses para el primer parto):



Edad p. p.- Edad óptima p. p.
Número de novillas x ------------------------------------x Precio cría
12



36 - 28
15 x ------------------------------ x 20.000
12


15 x 0.66 x 20.000 = $ 198.000


Si el cálculo se realiza por cada novilla, las pérdidas serían de $ 13.200 por novilla.

Pérdidas en leche por días abiertos:

Para calcular este tipo de pérdidas económicas, primero se calculan los días de lactancia esperados (DLES) y los días de lactancia encontrados (DLEN) de acuerdo a 365 días de intervalo ideal entre partos y 450 días de intervalo en el caso de esta finca. Estimamos, además, 300 días como la duración de la lactancia ideal y 15 kgs. de leche por día esperados.


365 365
DLES = ---------- x 300 = 300 DLEN = --------- X 300 = 243
365 450


DLES x Producción vaca - DLEN x Producción vaca x $ 450
esperada encontrada


Pérdidas = (300 x 15) - (243 x 10) x 450

= 4.500 - 2430 x 450

= 2.070 x 450 = 931.500


Este valor de $ 931.500, sería el valor de la leche no producida por vaca; si esta cifra la multiplicamos por las 100 vacas de la finca del ejemplo, las pérdidas totales ascenderían a $ 93.150.000.

Las anteriores y otras muchas fórmulas para calcular pérdidas económicas son utilizadas, pero con las anteriores mostramos la forma en que los bajos índices reproductivos afectan los ingresos en una empresa ganadera. Las mayores pérdidas son ocasionadas por los días abiertos.

Para poder realizar una evaluación reproductiva del ganado productor de leche
es necesario tener en cuenta que la vaca productora de leche es un animal altamente especializado susceptible a innumerables factores ambientales, infecciosos, genéticos, nutricionales, entre otros; los cuales pueden alterar fácilmente su período reproductivo ocasionando pérdidas económicas considerables por disminución en la producción de leche y/o de terneros.

La manera de corregir o atenuar estas pérdidas es la de efectuar un análisis de los parámetros reproductivos, mediante el cual nos permita detectar cualquier variación, con el fin de establecer los correctivos en el momento oportuno.

Existen muchas fórmulas para medir los diferentes aspectos que intervienen en el comportamiento reproductivo de los animales, sin embargo, es necesario tener en cuenta la importancia de registros adecuados y de un profesional idóneo que los interprete, sepa evaluar los resultados que presenten los diferentes parámetros y correlacione en forma adecuada los distintos factores que los afectan.
Paralela a la evaluación reproductiva se debe realizar una evaluación económica, la cual va a permitir valorar la factibilidad de las medidas aconsejadas para corregir las deficiencias encontradas y constituye, además, la herramienta que va a facilitar la adopción de una tecnología determinada por parte del ganadero.
CASTRACIÓN


La gran mayoría de los ganaderos han recurrido a la practica de castrar sus machos bovinos que no van a ser utilizados en la reproducción; también a aquellos animales que van a destinarse a trabajos con el fin de volverlos mansos.

En la actualidad, algunos ganaderos prefieren no castrar los machos hasta que estén próximos a salir al mercado para sacrificio, otros realizan la castración a edades tempranas (entre los 3 y 4 meses) con el fin de que el animal no sufra demasiado estrés debido a la operación. Por el contrario, otros prefieren realizar la castración después del destete y alrededor de los 10 meses de edad.

En algunos países los machos bovinos destinados al sacrificio no son castrados y con un adecuado plan de alimentación y de manejo, logran pesos de hasta 480 kilogramos a los 14 meses de edad, sin haber alcanzado la época de la pubertad y sin perder calidad su canal. Esta situación se presenta en Israel, donde se obtienen pesos similares a los mencionados y en el tiempo descrito.

En aquellas fincas donde se realicen castraciones, es necesario realizarlas con todas las precauciones y asepsia que amerita la operación con el fin de evitar muertes y atraso en los animales.

Castrar es anular el funcionamiento de los testículos, que son los que producen los espermatozoides o células sexuales masculinas. Cuando un macho no puede producir espermatozoides, es estéril o sea que no puede procrear; también pierde el apetito sexual, especialmente cuando se han castrado jóvenes.

A pesar de que en el capítulo correspondiente al tracto reproductivo del macho se describieron sus órganos genitales, ahora describiremos e ilustraremos, el testículo y cada una de sus partes con la finalidad de que el estudiante pueda comprender y visualizar correctamente la técnica de la castración a testículo descubierto.




Figura 1. Descripción anatómica del testículo.







Escroto y Túnica Dartos:
El escroto es la bolsa de piel vellosa que cubre el testículo y la túnica dartos es una membrana que cubre el testículo por la parte interior y tiene por función retraer el escroto hacia arriba.



Figura 2. Escroto y túnica dartos




Músculo cremaster:
Es una porción fibrosa que está en la parte superior del testículo; junto con la túnica Dartos recogen el escroto con el fin de bajar o de subir el testículo cuando se requiera, con el fin de regular la temperatura.

Túnica vaginal parietal:
Es una envoltura delgada, de consistencia bastante fuerte que cubre todo el testículo. Esta túnica es densa y al cortarla sale un líquido.

Cavidad vaginal:
Es un espacio entre el testículo y la túnica parietal; en esta cavidad se encuentra un líquido que actúa como amortiguador del testículo.



Figura 3. Músculo cremáster – túnica vaginal parietal - cavidad vaginal




Epidídimo:
Es un conducto delgado que rodea el testículo desde la parte superior a la inferior; tiene tres partes: cabeza, cuerpo y cola. En el epidídimo se almacenan los espermatozoides y allí pasan por varios períodos de maduración, para luego salir por el conducto deferente.

Conducto deferente:
Es una estructura delgada que transporta los espermatozoides desde la cola del epidídimo hasta las glándulas accesorias que producen el líquido seminal, ubicadas en la cavidad pélvica.

Plexo papiniforme:
Está constituido por el conjunto de venas y arterias situadas en la parte superior del testículo; su función consiste en transportar la sangre que llega y regresa del testículo. Esta parte, en la castración, es muy importante porque al cortarla sin la debida precaución se puede presentar hemorragia grave.

Cordón espermático: Está formado por el plexo papiniforme, por fibras nerviosas, por el conducto deferente y por los tejidos muscular y conectivo que lo envuelven, formando una especie de cordón grueso y sinuoso. Este cordón es la parte por donde finalmente se separa el testículo al momento de la castración.













Figura 4. Epidídimo - conducto deferente - plexo papiniforme – cordón espermático



METODOS PARA CASTRACION DE BOVINOS

Existen varios métodos empleados para la castración de los bovinos y entre ellos podemos resaltar los siguientes:

CASTRACIÓN A TESTÍCULO DESCUBIERTO:
Este sistema consiste en extraer el testículo con la ayuda de una navaja o bisturí. Es un método sencillo y se deben seguir los pasos que se indican a continuación, en forma ordenada y cuidando de que el cordón espermático quede bien sellado para evitar hemorragias.
Equipos y materiales necesarios:

§ Navaja afilada, bisturí o cuchillo con buen filo.
§ Desinfectante.
§ Sogas, lazos o manilas.
§ Balde con agua limpia.
§ Jabón.
§ Repelente de moscas y cicatrizante.
§ Hilo quirúrgico, en caso de ser requerido.

Los pasos a seguir son: Cortar el escroto, esta operación puede realizarse de dos maneras:
Por descope, cortando el escroto en su parte inferior o realizando un corte lateral a cada testículo y hasta la parte más inferior de éste (ver figura correspondiente). Cortar las túnicas internas: Con la navaja se realiza un corte longitudinal de la túnica Dartos y la túnica vaginal parietal, con lo cual queda al descubierto el testículo. Separar el ligamento testicular: Al quedar en libertad el testículo, se observan unas membranas que unen la túnica con el testículo, llamadas mesorquio y jalando con firmeza se separan del testículo (ver figura correspondiente).
Replegar las túnicas y el mesorquio con el fin de dejar libre el cordón espermático: Se empuja hacia arriba la túnica vaginal y se desgarra el resto del mesorquio, hasta la parte donde el cordón espermático se adelgaza. Torcer el cordón espermático para cerrar los vasos sanguíneos: Se toma el cordón con una mano y con la otra se hace suficiente torsión, hasta lograr una buena compresión de todo el cordón espermático. Desprender el testículo: Sosteniendo con firmeza el cordón y continuando la torsión, se puede desprender el testículo sin necesidad de cortar. Otra forma sería realizar un nudo con el mismo cordón y luego cortar. Acomodar las túnicas y el escroto y aplicar antiséptico.




















Figura 5. Procedimiento de castración a testículo descubierto.








CASTRACION CON PINZA DE BURDIZO:

Este método es utilizado con el fin de interrumpir el cordón espermático y con esto impedir la salida de los espermatozoides del testículo sin necesidad de cortar el escroto. Este sistema se debe utilizar sólo en animales jóvenes, puesto que en adultos se corre el riesgo de producir grandes inflamaciones y afecciones graves.



Figura 6. Pinza de burdizo o hemasculador.










CASTRACION CON ELASTRADOR
La castración por este método, consiste en eliminar el testículo junto con la bolsa escrotal mediante la colocación de una banda de caucho en la parte superior de los testículos; para esto se utiliza una pinza llamada elastrador.

Figura #44. Elastrador.








Los animales que han sido sometidos a castración deben ser observados durante el día en que se realizó la operación, para detectar posibles hemorragias. En el caso de presentar sangrado abundante, se deberá inmovilizar el animal con el fin de ligarle la arteria del cordón espermático y se podría aplicar un medicamento coagulante.

Después de tres días de practicada la operación se debe revisar el escroto y en el caso de presentarse inflamación, se deberá aplicar medicamentos anti-inflamatorios, antibióticos y desinfectantes, además lavados con agua y jabón o según la prescripción que indique el veterinario.

PRINCIPALES ENFERMEDADES ESPECÍFICAS E INESPECÍFICAS DEL TRACTO REPRODUCTIVO.

INFECCIONES ESPECÍFICAS DEL TRACTO GENITAL:

Dentro de este módulo se realizará una descripción de las principales enfermedades infecciosas específicas del tracto genital y de importancia en el país. Todas estas enfermedades presentan las siguientes características:


q Se diseminan en forma epidémica y tienden a persistir si no se adoptan medidas de prevención y control.

q La infección se presenta ordinariamente a través de las mucosas y llega al tracto genital por vía sanguínea.

q Todas se trasmiten por el semen, especialmente por monta natural.

q No requieren causas predisponentes para su presentación.

q Presentan gran diversidad de agentes etiológicos (bacteriales, virales, micóticos y parasitarios) y también por lesiones.

q Afectan cualquier época de la gestación.


BRUCELOSIS O ABORTO INFECCIOSO:

Es causada en los bovinos por la brucela abortus; este microorganismo además de producir abortos en los bovinos, puede afectar otras especies como los porcinos, caprinos, ovinos y caninos. En gran parte su importancia debe a su alta patogenicidad para el hombre.
Esta enfermedad es trasmitida por contacto entre las mucosas de los animales con la bacteria presente en las secreciones, productos del aborto y alimentos contaminados con estos materiales.
Su diagnóstico se realiza en el suero sanguíneo, detectando por medio de diferentes pruebas la cantidad de anticuerpos que se forman como respuesta a la infección por brucela abortus.

Las medidas que deben asumirse para su control son las siguientes: Vacunación de las terneras entre los 4 y los 7 meses de edad; eliminación de animales positivos y medidas extremas de higiene con el fin de evitar el contagio.

Los toros no deben vacunarse por las siguientes razones:

a) La vacunación puede producir orquitis.
b) El toro, a pesar de estar vacunado, puede diseminar la enfermedad.
c) Al vacunar un toro se enmascara cualquier infección previa y podría ser vendido como libre de brucelosis.
d) Es más fácil mantener la vigilancia en un toro que en varias vacas, por lo tanto la vacunación en los machos es innecesaria.


LEPTOSPIROSIS:

La leptospirosis es una enfermedad que fue diagnosticada hace muchos años en el país en diferentes especies animales. Sin embargo, su mayor importancia ha sido enfatizada en perros debido a su relación mas frecuente con la salud pública.
En los bovinos, en los últimos años se ha profundizado el conocimiento de la enfermedad, no obstante que aún no ha habido la divulgación suficiente que permita conocer la verdadera importancia que presenta la enfermedad en la ganadería colombiana.
El animal contrae la enfermedad del medio ambiente contaminado con la orina de las vacas portadoras. Una vaca puede eliminar en un momento dado una gran cantidad de gérmenes, los cuales alcanzan a sobrevivir lo suficiente para que otro animal ingiera el pasto contaminado; los microorganismos pasan a las mucosas y de allí a la circulación general produciendo una bacteremia, durante la cual se producen los síntomas clínicos más comunes como son: fiebre, conjuntivitis, anorexia, disminución en los movimientos ruminales, aumento del pulso y de la respiración.
El síntoma más importante de la enfermedad, lo constituye la presentación de abortos hacia los 3 o 4 meses de la gestación, debido a la infección adquirida por animales preñados.

El diagnostico se realiza por medio de un análisis de sangre; su control se basa en eliminar la bacteria de la orina. Lo ideal para su control sería la utilización de vacunas, pero en el país no se producen y las importadas presentan inconvenientes puesto que son elaboradas con serotipos diferentes a los nacionales.

Una vez establecido el diagnostico de la enfermedad es necesario elaborar planes de control. En primer lugar hay que tener en cuenta que la leptospirosis es una enfermedad autolimitante, lo cual indica que al afectar un hato ganadero, el brote inicial produce una gran cantidad de desordenes reproductivos, los cuales desaparecen gradualmente a medida que las vacas van desarrollando resistencia a la infección, quedando los portadores que trasmiten los gérmenes a los animales susceptibles par comenzar un nuevo ciclo infeccioso.

Como en el caso de otras enfermedades el control se basa en: vacunación, eliminación de reactores y medidas higiénicas al parto, con el fin de interrumpir la diseminación a los animales sanos. En el caso de la leptospirosis pueden también realizarse tratamientos en base a antibióticos



CAMPILOBACTERIOSIS o VIBRIOSIS GENITAL:

Es una enfermedad infecciosa venérea, trasmitida especialmente por el semen, ya sea en inseminación artificial o en monta natural. Dependiendo del tiempo en que se produzca la infección, puede producirse desde una inflamación leve del útero con muerte embrionaria hasta una inflamación de la placenta dando lugar al aborto, el cual ocurre en el primer tercio de la gestación. Cuando la infección se presenta por primera vez en una ganadería, los primeros síntomas son la repetición de servicios en forma regular o irregular.

Después de un aborto o muerte embrionaria, el campylobacters fetus regresa a la vagina o al cérvix donde permanece hasta la presentación de un nuevo celo para producir el mismo efecto anterior pudiendo permanecer en algunos animales por períodos variables que van de 3 a 4 meses en adelante.

En el toro las manifestaciones de la enfermedad no son claras, ya que éstos pueden mantener la infección y llevarla de por vida sin problema alguno en su comportamiento reproductivo.

El diagnóstico en el laboratorio se realiza mediante análisis de lavados prepuciales; estos lavados deben realizarse por lo menos tres veces con intervalos de una semana.

El tratamiento y control se basa principalmente en: Tratamiento de los toros infectados con productos a base de estreptomicina y de penicilina; Empleo de inseminación artificial; Eliminación de reproductores afectados.


DIARREA VIRAL BOVINA (DVB):

El virus causante de la DVB pertenece al genero Pestivirus. Esta enfermedad ha sido hallada en el país, pero es difícil encontrar una descripción de la presentación de un brote tal como es descrita por los investigadores europeos. Los resultados encontrados indican la presencia de una forma subclínica, la cual puede producir un efecto deplorable en la salud de los animales. Un efecto de esta afección subclínica del virus de la DVB se presenta a nivel del aparato reproductivo, el virus inhibe la concepción cuando las vacas son infectadas por condiciones naturales o cuando es inoculado en el momento de la inseminación en el útero de vacas seronegativas.

Otro de los problemas de infertilidad ocasionados por el virus DVB se debe al efecto a nivel de la cabeza de los espermatozoides, llamado cabeza colapsada, caracterizado por cabezas en forma de pera con alteraciones en la estructura interna.
Otros síntomas de la enfermedad son los abortos en diferentes etapas de la gestación, repetición de calores, metritis. Es posible que muchos de los problemas reproductivos que existen en el país puedan atribuirse, en gran parte, a la diarrea viral bovina; el problema radica en que en muy pocos casos pueden encontrarse fincas en las cuales éste sea el único problema, por lo regular siempre existen dos o más factores obrando simultáneamente y por lo tanto es difícil llegar a un diagnóstico exacto de DVB.

La única manera de llegar a un diagnóstico correcto de la enfermedad es mediante las técnicas de laboratorio. Las muestras aconsejadas para enviar al laboratorio son: hisopos con secreciones nasofaríngeas, muestras de sangre, muestras de tejidos fetales.


RINOTRAQUEITIS INFECCIOSA BOVINA (IBR):

Esta enfermedad es producida por un virus perteneciente al grupo herpes, este puede llegar a producir problemas reproductivos de consideración en el ganado bovino.
El germen produce una gran cantidad de manifestaciones clínicas, siendo las principales, la presentación de problemas respiratorios, los cuales se caracterizan por descargas nasales que poco a poco se vuelven purulentas. La mucosa de la nariz se nota inflamada y con la formación de costras que luego se convierten en pústulas.
El virus de IBR puede ocasionar una vulvovaginitis pustular caracterizada por una descarga de moco purulento; las vacas pueden presentar abortos usualmente alrededor de los 5 meses de gestación.

Los abortos, momificaciones, repetición de calores y otras manifestaciones son similares en todos los problemas de orden reproductivo, así como la sintomatología respiratoria y digestiva pueden confundirse con un sinnúmero de enfermedades que no es del caso entrar a detallar.

La única prueba que permite llegar a un diagnóstico acertado es la prueba de
seroneutralización realizada a una muestra de suero sanguíneo tomada de la madre.

Si se verifica el diagnóstico de la IBR es necesario comenzar un programa de prevención, lo cual hace pensar en la necesidad de la vacuna. La vacunación de los reproductores donantes de semen está contraindicada.


LEUCOSIS BOVINA (LB):

La leucosis bovina es una enfermedad de origen viral caracterizada por ocasionar neoplasias o tumores de los tejidos formadores de linfocitos.

En Colombia se ha encontrado una positividad serológica que fluctúa entre el 21% para la Región Andina y el 52% para la Región Caribe.
Con relación al diagnóstico es necesario mencionar que este se basa en resultados serológicos realizados en laboratorio.

El paso principal de todo ganadero en el control de la leucosis, deberá ser el examen serológico de todos los animales de la finca y las recomendaciones en términos generales serían:

a) Control de insectos hematófagos.
b) Separación y aislamiento de los animales positivos.
c) Eliminación de las vacas positivas.
d) Crianza y levante de los terneros que a los 6 meses de edad sean negativos.
e) Empleo de semen procedente de toros negativos.
f) Utilización de agujas desechables, usadas en sangrías e inyecciones.

TRICHOMONIASIS:

En el país podemos considerar que aproximadamente el 15% de los hatos lecheros están infectados, bien sea por trichonosomiasis y/o campilobacteriosis. En ambas enfermedades el elemento más importante de transmisión es el toro y es hacia el cual deben dirigirse todas las acciones para la prevención de estas infecciones.
El ciclo infeccioso de esta enfermedad es muy semejante a la campilobacteriosis; el toro deposita en la vaca el semen contaminado, lo cual induce el desarrollo de una inflamación catarral de la vagina, la cual se torna enrojecida, brillante y con edema.
En general puede decirse que las vacas o novillas que han sido expuestas a un servicio por un toro infectado pueden llegar a presentar cualquiera de los siguientes casos clínicos:

a) Conciben y llevan a término la preñez sin signos clínicos de infección.
b) Repiten múltiples servicios; períodos estrales irregulares.
c) No quedan preñadas y se presenta endometritis con descargas purulentas.
d) Presentan abortos a las 2 o 4 semanas de gestación.
e) Desarrollan piómetra o momificaciones fetales.

El diagnóstico de la trichomoniasis se realiza por métodos de laboratorio, éste se basa en la identificación del parásito en las muestras procedentes de animales sospechosos. Los lavados prepuciales constituyen las muestras más importantes, ya que la detección del parásito en ellas define la presencia o ausencia de la enfermedad en el hato.

Una vez comprobada la infección es necesario proceder al tratamiento de los toros; entre los mejores tratamientos está el empleo de dimetridazole, en dosis de 50 mg. por kg. de peso vivo, por vía oral.


INFECCIONES INESPECÍFICAS DEL TRACTO REPRODUCTIVO DE LA HEMBRA BOVINA:

Los trastornos placentarios e infecciones inespecíficas del tracto genital constituyen uno de los problemas mas graves de la industria ganadera, ya que son los responsables de los mayores promedios de días abiertos y los que ocasionan, en la mayoría de las veces la pérdida total del animal en su función reproductiva.

Las principales características de las infecciones inespecíficas del tracto genital de la hembra bovina son:

a) Requieren causas predisponentes, especialmente de tipo nutricional, sanitario o de manejo.
b) Todas ellas afectan el período puerperal.
c) Se originan en la contaminación del exterior al momento del parto.
d) Los diferentes microorganismos que las producen presentan acción sinérgica que complican el cuadro clínico.
e) Tienen una presentación individual o esporádica, pero bajo determinadas circunstancias pueden presentarse en forma epidémica.

Existen dos barreras que impiden la llegada de los gérmenes al interior del tracto genital, estas son: el esfínter vulvar y el cérvix y en segundo lugar los mecanismos hormonales y celulares de defensa, los cuales están influenciados por el sistema endocrino. Existen dos situaciones en las cuales es posible la llegada de gérmenes al útero. La primera se presenta al momento del estro y cuando la vaca es inseminada o montada y al momento del parto.

Los factores que condicionan la aparición de problemas reproductivos post-parto son muy variados y necesarios de conocer con el fin de poder establecer las medidas profilácticas para su prevención.
Las condiciones medio ambientales influyen en la presentación de estos problemas, tales como: aglomeración de animales con vacas próximas a parir, manejo brusco de los animales, falta de higiene en las instalaciones o en el tracto genital externo.
El incremento de estrógenos, seguido de un descenso muy rápido puede producir una predisposición a la retención de placenta y presencia de metritis al disminuir la actividad uterina y los mecanismos de protección. Por lo tanto toda alteración en la relación progesterona- estrógenos, ocasiona una predisposición a la retención de placenta y/o la presentación de metritis.

Los factores nutricionales influyen considerablemente en la presentación de enfermedades uterinas post-parto. Un elemento indispensable es el calcio debido al papel que juega en la contractibilidad uterina al momento del parto, la presencia de éste puede alterarse debido a los requerimientos simultáneos de este elemento en la producción de leche.

Como principales infecciones inespecíficas del tracto genital en la hembra bovina, podemos considerar las siguientes: METRITIS, VAGINITIS Y RETENCIÓN DE PLACENTA.

La metritis o infección del útero la podemos clasificar según el período en el cual se presente: Período puerperal (10 - 12 días post-parto), esta metritis se caracteriza por presentar descargas más o menos abundantes de material purulento. Período intermedio (desde los 12 días post-parto hasta la ovulación).
Período post-ovulatorio, se extiende desde la primera ovulación hasta cuando el útero halla involucionado completamente.


Medidas profilácticas con el fin de prevenir la metritis:

· Evitar la contaminación del útero en el momento del parto mediante una asepsia adecuada de los genitales externos.
· Preparar con suficiente anterioridad al animal mediante una alimentación balanceada.
· Evitar las condiciones de estrés.
· Prevenir mediante vacunación las enfermedades más probables de presentación en el hato.
· Evitar tratamientos intrauterinos post-parto innecesarios.


Al realizar un tratamiento médico es necesario tener en cuenta que la efectividad de éste, solo se puede medir según la recuperación de la fertilidad del animal y no en la desaparición de las descargas uterinas o apreciación normal del útero a la palpación rectal.

El tratamiento de la metritis, que debe ser realizado por un médico veterinario, se basa principalmente en la aplicación de antibióticos y de hormonas, tales como: Penicilinas, tetraciclinas, aminoglicósidos (streptomicina, neomicina, gentamicina, kanamicina), nitrofuranos, sulfonamidas. La terapia basada en hormonas, emplea básicamente estrógenos, prostaglandinas y hormona liberadora de gonadotropina.

La retención de placenta se produce por una falla en el desprendimiento y falta de expulsión de las membranas fetales dentro del tiempo correspondiente a la labor de parto.

Las causas de retención placentaria son diversas y numerosas, pero en el fondo se debe a un defecto de las contracciones del miometrio después del nacimiento del ternero o a lesiones que afectan los placentomas.

Un tratamiento preventivo, desde el punto de vista de que la retención de placenta es una enfermedad metabólica, consiste en suministrar a las vacas desde un mes antes del parto un suplemento vitamínico, productos a base de calcio y fósforo y estimulantes de las defensas orgánicas.

El tratamiento general consiste en estimular las contracciones del miometrio para producir la dehiscencia y la eliminación de las membranas; esto se logra con el empleo de oxitocina y de prostaglandinas. Estas últimas son las mas indicadas y sus resultados son satisfactorios cuando el útero está sano y si se aplican preferiblemente dentro de la primera hora después del parto. No es recomendable el empleo de estrógenos.

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